Atrapados

Aquello le hacía
sentir mucha rabia e impotencia, y muchos en su entorno, pensando que era un
chico peligroso y agresivo, le dejaban de lado o le miraban con indiferencia. Y
cuando esto pasaba, y Valdo se sentía triste, pensaba para sí mismo:
"habría que verles a ellos en mi lugar...".
Pero un día, Valdo
conoció a Alicia, una persona especial y maravillosa. Parecía ser la única que
entendía su sufrimiento, y con muchísima paciencia dedicó horas y horas a ensañar
a Valdo a manejar sus descontroladas manos, a fabricar sus propias palabras, e
incluso a domar sus salvajes pensamientos. Y cuando, tras mucho tiempo y
cariño, Valdo estuvo preparado, Alicia le hizo ver el gran misterio.
Sólo necesitó un par
de fotografías, de sobra conocidas por el propio Valdo; pero entonces, mucho
mejor preparado para entender, se dio cuenta: Valdo y Alicia eran un niño y una
joven como todos los demás, atrapados por las deficiencias de sus cuerpos
imperfectos.
Y ahora, gracias a
ella, las puertas de la cárcel se estaban abriendo.
Autor.. Pedro Pablo Sacristán
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